Y al tercer día... reculó
Por
Eduardo Martínez Benavente
El
acuerdo que tomó el Cabildo capitalino el pasado viernes 4 de marzo para
demandar la invalidez y nulidad de los acuerdos de los Cabildos de las cuatro
últimas administraciones municipales (2003-2015), que se refieren al cambio de
uso de suelo o de densidad de población de 134 inmuebles ubicados
principalmente en el poniente de la capital, y en el que se acusa a sus
propietarios de haber incurrido en presuntas irregularidades para obtenerlos,
no tuvo mayores efectos ni duración, pues tres días después, el siguiente
lunes, el presidente municipal Ricardo Gallardo Juárez se desistió de la acción
intentada sin siquiera consultar a sus regidores y síndicos
"borreguitos". No aguantó las presiones y reclamos de un grupo de
abogados y dirigentes empresariales que le advirtieron de las consecuencias que
tendría esta decisión y de la incertidumbre jurídica que había provocado, por
lo que anunció sin ninguna reserva o condición que "No se verá afectado
ningún permiso que ya fue dado en administraciones pasadas para los desarrollos
habitacionales o comerciales u otros trámites que fueron librados en aquellas
épocas, porque es un derecho que ya ganaron". (Pulso, edición del 8 de
marzo de 2016). En la misma entrevista explicaba que "He recibido abogados
que han visto la forma de litigar lo que se da de permisos y tienen razón,
porque los permisos que ya fueron dados no los puedo cancelar porque el
municipio va a perder si demanda y no me puedo meter en esa dinámica".
Este
acuerdo, que votaron en contra los regidores del PRI y PAN, no es más que una
medida preparatoria para acudir más tarde al Tribunal de lo Contencioso
Administrativo y demandar las nulidades. Sus efectos no son inmediatos ni
automáticos. Para cada caso en lo específico, debería emitirse la
correspondiente resolución que se generaría a partir de este acuerdo y que debe
estar debidamente fundado y motivado para que prospere. Por lo pronto el precio
de los lotes de terreno señalados han perdido más del 50% de su valor, según el
cálculo de un grupo de agentes inmobiliarios que fueron consultados. El
principal argumento que sirvió para tomar esta medida es que los permisos
fueron emitidos con violación a la Ley de Desarrollo Urbano, mediante los
cuales se pretendió modificar el Plan de Centro de Población Estratégico de las
ciudades de San Luis Potosí y Soledad, sin la participación de este último
Ayuntamiento y la SEDUVOP.
No
es la primera vez en la que el alcalde recula o falla. Estas conductas han
ocurrido en repetidas ocasiones hasta convertirse en el sello de la casa, y
como ejemplo podemos citar los siguientes casos: 1).- Su iniciativa para
incrementar los valores catastrales de los inmuebles de la capital fue
desechada por el Congreso del Estado por no cumplir con las formalidades que señala
la Ley. 2).- Tuvo que dar marcha atrás a la amenaza de retirar por la fuerza al comercio informal del centro histórico de la ciudad, pues no midió la reacción
de los afectados. 3).- Lo mismo ocurrió con el compromiso de cancelar laconcesión de las luminarias otorgada a Panevi. No sabemos qué fue lo que negoció
para nunca más volver a tocar el tema, no obstante que había denunciado que esa
operación era fraudulenta porque la administración de Mario García Valdés había
aceptado pagar más de 1,300 millones de pesos, que ni remotamente corresponden
al valor del servicio prestado. 4).- El cobro de los adeudos del Impuesto
Predial a los grandes deudores es otro fiasco. Su recuperación no se ha
reflejado en los ingresos municipales, no obstante las facilidades y descuentos
que se otorgaron. Los pagos que realizó la principal deudora, Inmobiliaria Peña
Blanca, durante el mes de enero, de acuerdo a la relación de recibos de entero,
suman menos de 652 mil pesos. 5).- No ha podido cobrar un peso de la
contraprestación que le corresponde pagar a Aguas del Poniente al municipio por
la concesión que usufructúa desde la administración de Jorge Lozano, pues de
acuerdo a la información que se obtuvo a través de un peticionario no han
podido calcular el monto de los adeudos. 6).- El Rastro TIF no ha iniciado
operaciones. Su venta o concesión es otro fracaso pues no se puede concretar
porque según el alcalde no se cuenta con 6 millones de pesos para completar la
inversión calculada.
7).-
El pleito que sostiene con la empresa Vigue-Red Ambiental está a punto de
perderlo. A tal grado que un juez federal amparó a Vigue para que de manera
exclusiva proporcione el servicio. Es tal el derrotismo de Gallardo que ordenó
la devolución de los camiones que le facilitaron en comodato para atender la
emergencia. No sabemos qué es lo que persigue la empresa si el municipio no
está dispuesto a pagar el servicio y menos los adeudos acumulados durante la
administración de su antecesor. Por lo que no me extrañaría que un juez ordene
el embargo de las cuentas bancarias municipales y otros activos. 8).- Es muy probable que el Congreso delEstado niegue la solicitud del Cabildo para cancelar o revocar la concesión a
la empresa encargada del servicio de recolección de basura en la capital. La
mayoría de los diputados está convencido que no tienen facultades para emitir
un dictamen de esta naturaleza. 9).- El presidente municipal no ha conseguido
la autorización del gobierno federal para darle un uso distinto al edificio
conocido como Subcomandancia Centro, ubicado en la calle de Reforma, no
obstante que se comprometió a destinarlo como guardería infantil para los hijos
de los policías ante la oposición de los vecinos que no quieren correr riesgos
por la inseguridad que representa un sitio como el Charco Verde. 10).- No ha
concretado con un acuerdo de Cabildo el compromiso de sus integrantes para que
acepten una reducción de hasta el 30 por ciento en sus prestaciones. Debemos
reconocer que todos estos ofrecimientos le han servido como publicidad para
acaparar la atención de los potosinos y ganar simpatías para su proyecto
político reeleccionista, aunque sus desaciertos y mentiras sean mucho mayores
que sus pobres y escasos resultados.