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domingo, 14 de diciembre de 2014

Los candidatos del PAN


Por Eduardo Martínez Benavente

Al contrario de lo que está sucediendo en el PRI, en el Partido Acción Nacional parecen estar definidos los candidatos que los representarán en la contienda por la gubernatura del estado, la presidencia municipal y las cuatro diputaciones de mayoría que le corresponden a la capital del Estado. Todo indica que el diputado federal Xavier Azuara Zúñiga resultará electo como candidato a alcalde por una amplia ventaja que le sacará a su único contrincante, el diputado local Miguel Maza Hernández, en la elección que se celebra hoy domingo en el jardín principal del barrio de San Miguelito y en la que sólo podrán participar los poco más de 1,300 panistas registrados que tienen su domicilio en la cabecera municipal. El ex director del Instituto Potosino de la Juventud durante la administración de Marcelo de los Santos puede recuperar para el PAN la alcaldía que perdieron en las elecciones del 2009, no sin antes establecer un compromiso formal de lo que haría con las denuncias que pesan sobre los principales funcionarios de la administración de Victoria Labastida, que Mario García Valdés ha solapado durante estos más de dos años con el pretexto de que la Auditoría Superior del Estado es la instancia a la que le corresponde formalizarlas.

También debe comprometerse a investigar y, en su caso, denunciar los ilícitos en que ha incurrido el gobierno del ex rector por la contratación de un crédito bancario por 250 millones de pesos que le sumó a la deuda pública municipal, sin la autorización del Cabildo ni del Congreso del Estado, sabiendo que no contaría con recursos en su momento para liquidarlo y que vence unas horas antes de que concluya el trienio. El incontrolable gasto corriente y la larga lista de pasivos son los infortunios que tienen a la administración municipal a punto de declararse en suspensión de pagos y con lo que tendría que enfrentarse de inmediato el próximo presidente municipal, con el agravante de que ya no habrá margen para contratar más deuda. Bajo estas condiciones, sólo un irresponsable o un soñador se animaría a ocupar un cargo en el que es previsible que termine en un rotundo fracaso. Es insostenible la situación financiera del municipio.

Xavier Azuara debe fijar una postura o plan de acción para recuperar las áreas de donación que le han escatimado al municipio, y si esto no fuera posible, cobrarle a los fraccionadores y constructores el valor de esas superficies. Otra fuente de ingresos que el próximo presidente municipal debe atender es la cobranza de los principales adeudos del impuesto predial. El monto de estos suma cientos de millones de pesos con los que se podrían sanear las finanzas públicas. Está obligado a cobrarle a Aguas del Poniente la contraprestación que le corresponde al municipio por la concesión que desde hace seis años usufructúa esa empresa; aunque todo indica que no se atreverá a afectar los intereses de los oligarcas potosinos porque ha demostrado ser un político conservador, enemigo de los sobresaltos y confrontaciones.
Es previsible que Alejandro Zapata Perogordo le gane con más de cinco puntos de diferencia al que ocupe el segundo lugar en la encuesta con la que se definirá al candidato de Acción Nacional para la gubernatura del estado y en la que participarán 1,200 encuestados que responderán a 5 preguntas que no son para todos entendibles, como la del careo con candidatos de partidos opositores o entre candidatos panistas con la militancia. El resultado se conocerá en el transcurso de la próxima semana y, según lo convenido, no habría necesidad de medir a los dos punteros en una consulta interna si se da esa diferencia.  Creo que Zapata es el aspirante mejor ubicado en el ánimo y conocimiento de los potosinos, a pesar de las derrotas que ha sufrido y de los errores y ausencias que ha tenido. Es uno de los panistas más representativos de San Luis Potosí que recobró su importancia política con la participación que tuvo dentro del Pacto por México, al que veíamos al lado de los protagonistas de la política nacional. Su candidatura obedece principalmente a que los otros tres candidatos son de tan bajo perfil que de salir alguno de ellos su partido obtendría un resultado desastroso en la elección del primer domingo de junio del próximo año. Ni caso tiene analizar los antecedentes y alcances de éstos. Creo que Zapata se habría retirado de la contienda si el candidato hubiera sido Octavio Pedroza, con el que el PAN hubiera tenido mayores posibilidades de alzarse con la victoria.

De los cuatro distritos electorales que corresponden a la capital del estado, sólo en el octavo peligra la diputación para el PAN que se lo dejaron a las mujeres panistas para cumplir con la cuota de género. En el quinto la pelea se dará entre Víctor Sánchez Aguilar, ex secretario particular de Alejandro Zapata y Moisés Rodríguez Tobías, ex coordinador del Instituto de Investigaciones Legislativas del Congreso del Estado. Calculo que se recibirán unos 230 votos en cada una de las cuatro urnas que se instalarán para esta elección, por lo que con un poco más de 100 votos que saque el primer lugar gana la candidatura y un ingreso anual de 3 millones de pesos, si llega al Congreso del Estado.


En el sexto distrito es muy probable que la candidatura la gane el diputado federal Felipe Almaguer Torres, a quien se le reconoce por su experiencia legislativa, pues sería la tercera ocasión que ocupa un cargo de esta naturaleza. Se le identifica con Xavier Azuara. Desde 1997 el PAN no pierde en este distrito. En el séptimo la competencia estaría entre Mariano Niño Martínez, de vieja alcurnia navista y ex presidente del Comité Municipal. Está vinculado al grupo de Héctor Mendizábal que ocupa el primer lugar de la lista de plurinominales. Su contrincante es Hugo Almanza López, relacionado con Xavier Azuara y ex funcionario legislativo. Las aspirantes viables por el octavo distrito son Brenda Toledo, funcionaria municipal con licencia e hija del ex presidente municipal del PAN, Vicente Toledo, y Antonieta Ojeda Castillo, operadora política del diputado local Rubén Guajardo, quien ha desempeñado un destacado papel como activista.

sábado, 6 de diciembre de 2014

La ruta de los candidatos


Por Eduardo Martínez Benavente

Todo parecía indicar que, hasta antes de la masacre de Ayotzinapa y los otros escándalos que han mermado la figura presidencial llevándola a estimaciones verdaderamente preocupantes, la decisión de designar al candidato del PRI a la gubernatura del estado dependería única y exclusivamente de la voluntad del Titular del Poder Ejecutivo Federal, quien podría imponer a la persona que le viniera en gana con la seguridad de que no sería objetada por ninguno de los otros aspirantes; y los inconformes, si los hubiera, comerían sapos sin gesticular. Tal era el margen de acción con el que el presidente podía operar hasta hace muy poco, por lo que salía sobrando cualquier mérito personal o antecedente político de los contendientes para tomar esta decisión. Sin embargo, la situación política del país ha cambiado radicalmente, y aunque San Luis Potosí no es una entidad que les quite el sueño a los que manejan la política nacional, cualquiera de los aspirantes que se ha apuntado para representar a su partido puede ser nominado, pues bajo estas circunstancias, el "gran elector" tendrá que tomar una decisión consensada con la dirigencia nacional y estatal del PRI, con el gobernador del estado, los coordinadores de las cámaras de diputados y senadores, el delegado del PRI, el secretario de gobernación y hasta con el grupo de "notables" de la entidad. Armar y negociar el nombramiento de la persona que los represente puede llevarlos hasta la segunda semana de enero para que se formalice en una asamblea de delegados. No me extrañaría que en este contexto pudiera surgir una crisis interna, ya que ninguno de los aspirantes cuenta con el liderazgo y peso suficiente para imponerse sin cuestionamientos al resto de sus compañeros.

Aunque tampoco se advierte la presencia de un extraño que pueda desplazar a los que hasta ahora han manifestado su interés por la candidatura, entre los que podemos citar al actual alcalde de la capital, Mario García Valdez, popular, bonachón y tolerante, pero peligrosamente vulnerable a las críticas y descalificaciones de la oposición por el papelón que ha desempeñado al frente de la comuna y por el desastre financiero que le heredará a su sucesor; al ex coordinador de Vinculación de la Oficina de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Stabros, sumido en un escándalo de resonancia internacional por prevaricación y tráfico de influencias e inhabilitado para ocupar cargos públicos hasta unos días antes de que el PRI elija a su candidato, quien puede, como la leyenda de la ave fénix, renacer de sus cenizas; al titular de la Secretaría de Educación, Juan Manuel Carreras López, inteligente y mediocre funcionario que no pudo mejorar el sistema de educación del estado y candidato del doctor Toranzo, a quien se le puede señalar su negligencia delictiva por no haber suprimido las remuneraciones que ilegalmente cobran los maestros "comisionados", así como su falta de carácter al tolerar que los líderes sindicales sigan mandando en esa Secretaría, independientemente del resquemor que provoca entre los priistas su participación como funcionario en el sexenio de Felipe Calderón. La metodología de la encuesta del PAN para elegir a su candidato a la gubernatura consideró a Carreras como la figura más relevante para representar al PRI y con el que en este ejercicio de opinión se tendrían que medir los precandidatos del PAN. Como "premio de consolación" le queda la presidencia municipal, cuya candidatura tendría que disputarla con el diputado de escasas luces, Fernando Pérez Espinosa, quien pocas o nulas esperanzas tiene de alcanzar la nominación de su partido al gobierno del estado, aunque sí la de la presidencia municipal, quien en un tercer intento fortalecería con su popularidad al abanderado de su partido.

También podemos señalar al comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo Ceballos, de 48 años, el más joven de los aspirantes, servicial con los potosinos y de exitosa carrera, a quien el gobernador vetaría con todas sus fuerzas por los desencuentros que tuvieron mientras se desempeñaba como Secretario de Seguridad Pública. Creo que lo que más bien pretende el también ex director de Seguridad Pública Municipal de la administración de Octavio Pedroza, es posicionarse para competir en un futuro por la gubernatura; al senador Teófilo Torres Corzo, osado y teatral personaje, por aquello de que da la impresión de que siempre está actuando, aunque asegura que no busca la candidatura, si la encuentra, la agarra. No tendría que enfrentarse a la oposición del navismo si esto ocurriera, sino a la del ahora gestor de los intereses de Industrial Minera México, Horacio Sánchez Unzueta, autor de la prohibición constitucional por la que en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a ocupar el cargo de gobernador del estado el ciudadano que lo haya desempeñado, así hubiere sido electo por sufragio directo o con el carácter de interino, provisional o sustituto. Impedimento que asegura el ex interino que no procede porque viola sus derechos políticos.

A Juan Carlos Valladares García, amigo personal del devaluado presidente Peña Nieto, la gubernatura puede convertírsele en un doloroso fracaso o en una exitosa empresa. Con él no habría medias tintas, como tampoco habría tregua en la curva de aprendizaje por la que tendrá que transitar si se adentra en las inmundas aguas de la política. No ha valorado el daño que le infieren "El Chato" López y "El Papuy" López Palau, como promotores de su proyecto político. Sus relaciones con el poder podrían ser de mucho beneficio para el desarrollo del estado.

A Elías Dip Ramé, hábil y emprendedor líder gremial al que hay que reconocerle su interés por servir a San Luis desde cualquier trinchera. Su participación como candidato del PRD por este mismo cargo puede complicarle la nominación. Estilo y oficio los tiene.
No podemos omitir a José Ramón Martel López, a quien su desarraigo del estado le obstaculiza la designación de su partido, no obstante que se le reconoce como un experimentado y valioso político. Sus esfuerzos no han sido suficientes para ganar presencia. Ni siquiera ha provocado un incidente para darse a conocer. A Salomón Rosas Ramírez, le pagaría un café si después de quince minutos de plantarse en la Plaza de Armas lo saluda un potosino común y corriente que no viva o haya vivido de la política o del periodismo.